miércoles, 28 de mayo de 2014

Desde Huetor Santillán a Granada

 
Que orgulloso estoy de mis caminantes. Hoy, además de bastantes kilómetros hemos recorrido tramos sin vereda y cuestas bien empinadas. Y ni una queja; solo sonrisas. Esta última ruta de la temporada la hemos disfrutado con todos los sentidos alerta y caminando con las piernas y el corazón. Muchas gracias a todos y todas; sois un ejemplo a seguir.

Seguimos el rumor del Río Darro desde Huetor Santillan hasta Granada; tras reinar en el valle por él moldeado, que este río es alfarero del paisaje, es devorado por las entrañas de nuestra ciudad al final del Paseo de los Tristes. Las nubes suavizan la primavera tardía e intensifican los colores.

Comenzamos en Huetor Santillán, la alquería de la colina o Quaryat al Wata. Bajamos por la calle del Agua pasando por la Parroquia de la Encarnación (XVI - XVII), mandada construir por el Marqués de Guadalcazar que da apellido a esta localidad, Diego de Santillán, dueño de estas tierra tras la conquista cristiana. 


Pasamos junto al Cortijo Panderón (frente a la depuradora de aguas de la localidad), donde el Darro, siempre a nuestra izquierda, se une con el Arroyo Carchite. Seguimos bajando y, tras dejar a la derecha el Barranco del Rulo llegamos al Cortijo Batanes. Un poco más adelante, tras unirse el río Beas al Darro, nos encontramos con el Cortijo Cortés, donde unos lindos perritos nos dan la bienvenida. 

Una vez rebasado el Cortijo tomamos un carril ascendente a la derecha. Caminamos entre choperas cuyo verde joven contrasta con el viejo de grandes encinas. Llegamos hasta un pequeño cortijo donde la pista, tan poco transitada que se ha perdido entre los jaramagos, nos conduce zigzagueando hasta el Darro. 

La vereda se pierde y atravesamos una plantación de pequeños nogales y un olivar. A la derecha una acequia seca marca nuestra dirección. Dejamos atrás el barranco del Lobo. Y llegamos hasta la toma de la Acequia Real donde nos hacemos una foto rememorando a los antiguos acequieros. 

Un poco más adelante encontramos una pista que nos conduce a Jesús del Valle, hacienda-cortijo que fue creada por los Jesuitas en el Siglo XVI. Se sitúa en el llamado pago de la ribera del Darro y Andarat,  Lo que uno puede ver son sólo ruinas, pero tienen un gran valor histórico: es uno de los mejores ejemplos de hacienda-cortijo de la época y clave para el estudio de las explotaciones agrícolas y ganaderas de la Iglesia y del papel económico que jugó la Compañía de Jesús en aquellos siglos. Por eso Jesús del Valle fue inscrito, en junio de 2005, en el catálogo general del Patrimonio Histórico Andaluz, con la categoría de monumento.


 












Dejando el Darro a la izquierda y distanciándonos un poco de él, caminamos entre olivos hasta cruzar el barranco del Zapatero. La vereda se sombrea con los chopos. Cruzamos el Darro a la altura del Cortijo de Moronta, hoy Carmen de los Granados.  Seguimos la acequia y a unos pocos metros la atravesamos por un puentecillo y tomamos una trocha muy empinada que nos conduce hasta la vereda de la acequia Real. 

El paseo por la vereda baja de la Acequia Real es precioso. Arranca en un quejigal que va dando paso a una matorral bajo tapizado de flores de colores. Y al fondo la ciudad atemporal de Granada enmarcada por las laderas de Valparaiso.

Y finalizan nuestros pasos en la Silla del Moro donde nos besamos deseándonos un pronto reencuentro. Y para poner el punto y aparte tras la larga caminata,  la receta de hoy es un postre dulce y energético: tocinillo de cielo. 

Mezclamos un vaso de agua y un vaso de azúcar; a fuego lento preparamos un almíbar. Le mezclamos cinco yemas y dos huevos enteros que hemos batido previamente. Hacemos un poco de caramelo y lo añadimos en el molde. Sobre el ponemos la mezcla de los huevos y el almíbar. Y lo ponemos a cuajar al baño María.

2 comentarios:

LOLI RUS dijo...

Ya hemos despedido el curso 2013/14 con el útimo sendero...Y a mí no se me va a olvidar!!!!!Ya sé q. estás pensando... por la belleza del paisaje... por la cantidad de agua q. lleva el Darro... por el encanto de la acequia real....NO!!!porque me "asaron" los mosquitos... Allí, cuando zigzagueábamos entre jaramagos y veredas.Me cogieron recién eclosionados de los huevos y hambrientos...Hasta Urbason me tuvieron q. poner en urgencias, de cómo llevaba las piernas!!!
Quitando este percance,la actividad de senderismo ha sido maravillosa,gracias también a tus cuidados, César.¡¡Hasta el próximo curso!!!!!

Anónimo dijo...

Es que los mosquitios no pudieron resistirse ante tan dulces piernas.

Je, je.

Cesar.