miércoles, 25 de febrero de 2015

La Ermita del Cristo del Zapato.

Subida a una de las ermitas más populares del Valle de Lecrín, la del Cristo del Zapato. Magnífica ruta de que partiendo desde la localidad de Restábal, municipio de El Valle, nos lleva hasta la cima del cerro de Chinchirilla. Un reto cumplido para muchos y muchas de mis senderistas. Enhorabuena. 

Comenzamos la ruta en Restabal, concretamente en la fuente-monumento situada al comienzo de la Calle del Calvario, con la representación de los Municipios de El Pinar: Estaba (Restábal), Sal (Saleres) y Elegí (Melegís); expresión artística al menos curiosa e intrigante. 

Esta calle es bastante pendiente, por algo también se conoce como Cuesta Fuerte. Subimos dejando la Ermita de la Virgen del Cerro y el Barranco de las Arenas a la derecha. Los almendros en flor nos dan la bienvenida a nosotros y a la futura primavera. El delicado blanco y rosa contrasta con sus duras y oscuras cortezas.

Llegamos a un cruce en el que tomamos la pista de la izquierda, en dirección al Valle Scoutt. Una vez rebasado este, continuamos al frente. La pendiente nos da un respiro. Iremos pasando por zonas de pinares y por campos de olivos tan viejos como los caminos que pisamos. 
  
Al encontrarnos con el siguiente cruce no tomamos ni la pista de la izquierda ni la que continua al frente (por la que retornaremos); nos salimos de la pista para tomar una pequeña vereda que entre pinos va subiendo moderadamente hasta situarnos a media ladera. Es un apretado pinar bajo el cual crecen enebros de misteriosas formas.

Esta bonita vereda nos conduce, tras cruzar un arroyo y un cortafuegos hasta la serpenteánte subida a la Ermita del Cristo del Zapato, en el Cerro de la Chinchirilla. Nos sitúa aproximadamente a un tercio del ascenso. En 2 Km de subida, tendremos que salvar un desnivel de 300 m con una pendiente media del 20%. Llegado a este punto quien está cansado se deja caer a Pinos del Valle (es importante que sepamos medir nuestras fuerzas); los demás subieron con tranquilidad hasta la Ermita. A medida que ascendemos el viento sopla con más fuerza. 

Esta ermita, acompañada por una gran cruz, fue restaurada recientemente después de que en febrero de 2009 le cayera un rayo. No solo blanquea la ermita sino las piedras adyacentes. En las escaleras que te alzan hasta ella los senderistas anudan trenzas de esparto que han ido trenzando en la ascensión. Es un lugar mágico y acogedor; la ermita siempre está abierta y permite al visitante refugiarse en su interior.

En su interior se encuentra el cuadro del Santo Cristo del Zapato. Una imagen amable de un Cristo crucificado atípico, vestido de sacerdote, con un zapato puesto y otro quitado, acompañada de los patrones de Pinos del Valle, San Roque y San Sebastián, que se venera en Pinos del Valle desde el 9 de octubre de 1791. 

Lienzo que, según cuenta la leyenda, fue encontrado por un pastor en este mismo enclave;  lo bajó hasta el pueblo pero el cuadro siempre volvía al cerro, así hasta tres veces, lo que fue entendido como el deseo del Cristo para que se le construyera aquí una ermita. 

Las vistas al Valle de Lecrín, son impresionantes ,viéndose también Sierra Lujar y la Alpujarra. El viento no es un buen compañero en las alturas y decidimos dirigirnos a lugares menos ventosos. 

Bajamos hasta el pueblo de Pinos del Valle desde donde retornamos por una pista forestal hasta el cruce anteriormente citado. Y allí tomamos una pista a la derecha que nos conduce hasta la carretera que une Restabal con Pinos del Valle. Caminamos un par de kilómetros entre naranjos y limoneros. 

Cuando estamos llegando a Restabal, una pista a la derecha nos conduce a un algarrobo centenario, el Algarrobo de la Ermita. Entre cítricos y olivos, este magnífico árbol se engarza a la roca con un retorcido tronco; sus ramas lloronas rozan el suelo de dos eras de trillar entre las que se encuentra. Es un árbol de cuento. 

Y la receta de hoy nos la regala de nuevo Regina: atún con bechamel. 
Escurrimos un par de latas o tres de atún al natural y hacemos con el un lecho en un recipiente para el horno. Por otro lado, pochamos abundante cebolla y añadimos tres o cuatro cucharadas de harina. Tras dorarla un poco, vamos añadiendo poco a poco un litro de leche hasta tener una bechamel sin grumos. Le damos un toque de sabor con la nuez moscada. Vertemos la bechamel sobre el atún y tras espolvorear queso por encima, lo gratinamos. Este mismo plato podemos hacerlo mezclando el atún con coliflor cocida y desmenuzada. 

2 comentarios:

Loli Rus Joyas dijo...

Preciosa la ruta, muy bien organizada haciendo paradas de descanso,entre eso y la trenza q íbamos haciendo con el esparto,apenas si notamos la subida.
Y maravilloso lo que se contempla desde allí arriba , en la ermita del Xto del Zapato.
y para terminar la jornada, un buen almuerzo...día redondo!!!!!!!!!!
Un saludo para César y todos los senderistas. Loli Rus

Anónimo dijo...

Eres un cielo

Cesar